lunes, 31 de mayo de 2010

Te Quiero


Lejos, hoy te siento tan lejos, noto la distancia por primera vez, lejos, vacía, sin una canción, sin intenciones, pero igual te pienso, como todos los días, como cuando se acostumbra a mentir, lo haces sin querer.
En la deriva esta mi mente, casi no te escucho, falta poco para no sentirte, aunque sabes, creo que me equivoco, siempre apareces cuando ya te he perdido, en medio de este prepotente cielo rojo que negué ver hoy.
No estoy segura si te pierdo o quizás te hechizo el alma, tus ojos, tu boca, esa boca en donde esta mi hogar, el de ambos, ahí guardo todo lo que siento, solo saborea, siente, se que todo sigue donde lo guarde.
Quisiera poder hundir un poco mas mis manos bajo la falda, no puedo, intento verte, te vas, no se, luego regresas y lo consigo, como la lluvia recorriendo el cuerpo, te hospedas, solo veo luciérnagas, creo que estoy un poco cegada, tengo sed de tu piel, del quejar, ganas de sentir.
Te sigo, bueno tu lo haces, igual a mí, a nosotros, te quedas, siempre te quedas, pienso en dudarlo, en aceptar, escucho tu respiración, sigue al lado, no te vas, igual no lo entiendo, no quiero saberlo, aunque olvidar no me sirve, recordar es todo un reto, no me importa.
Hoy vienes, te siento lejos, no lo estas, solo soy yo, creo que te siento lejos, aunque creo que soy yo, visito cometas, estanco estrellas, me sigo escabullendo como un duende siniestro, estas lejos, al menos eso pensaba, te escucho, me alejo, no se porque sigo caminando, quiero que me detengas, soy yo, lo noto en mis pasos, detenme, me voy, me doy a la fuga, pensé que te me ibas, pero no te vas, nunca te vas, te sigo arrastrando, lo sabes, lo se, te quiero.

viernes, 21 de mayo de 2010

Escuela para Caballeros


Hablando con mi mejor amiga, nos dimos cuenta de la necesidad que tiene este lugar de fundar una escuela para caballeros, en donde enseñen a los hombres de nuevo sus verdaderas raíces, un lugar donde sus materias estrellas sean: la caballerosidad, el romanticismo, la poesía, adiós a los estereotipos y complejos y por último el buen gusto.

Empecemos con la caballerosidad: definitivamente se encuentra olvidada en el baúl de los recuerdos de nuestros bisabuelos y abuelos, ellos si sabían lo que era ser un caballero de verdad, abrir la puerta ante una dama, como clase básica empleada. Recordemos que un caballero no es el que paga la cuenta, es el que nos saca a bailar aunque el no sepa, está atento de nuestros actos, gustos, de darnos nuestro lugar siempre; es el que se adelante unos pasos antes para correr nuestra silla y ofrecernos el asiento al mismo tiempo, un caballero sabe lo que queremos, lo que necesitamos, por esto es que escribo este artículo, realmente se añoran a estos hombres.

El Romanticismo: tenemos un problema de peligro de extinción en esta área, estos hombres románticos, enamorados de las mujeres, que necesitan que sepamos lo que sienten sin ninguna barrera. Este es él que no le teme a sus sentimientos, que aún piensa en como enamorarnos cada día, el que sin razón alguna nos roba un beso porque no pudo resistirse, el que es capaz de abrazarnos sin decir una sola palabra porque no le teme a los silencios, no ve la necesidad de tenernos en una prisión de oro para que no huyamos, la distancia no es un problema para él y las ausencias solo fortalecen sus ganas de vernos.

El Poeta: el inexistente, en donde se metieron estos hombres?, cuando los secuestraron y no nos pidieron recompensa por ellos? Este es aquel hombre que un día cualquier sin ningún pretexto por fin se da cuenta que nos necesita como diría Benedetti, es aquel hombre que nos ve tal y como somos, que la simple piel de una mujer lo inspira, que no teme el escribirnos una carta en lugar de enviarnos un mail que sería mucho más sencillo en esta época, el que tiene libros de poesía entre su biblioteca personal y marca aquellos poemas que más le gustan, el que piensa en escribirnos una canción algún día. Es ese hombre que esta enamorado mas allá de una linda cara o de un cuerpo, él siempre ve más que eso, porque lo vio primero. Regresen a nosotras poetas…

El Estereotipado y con Complejos: malditos estereotipos creados por la sociedad, lo único que hacen es arrasar y destrozar a este hombre tan necesario, que no tenia complejos de ningún tipo, al que no le importaba que lo vieran caminando con un ramo de flores en sus manos (no hace falta que sean rosas, todas tenemos diferentes gustos), el que se atreve a llevarnos serenata un día, al que no le interesan los colores de un camisa si simplemente le gustó esta, al que no le importa si la ropa no te combino ese día porque para él siempre estas perfecta y eso es lo que cuenta. No les he relevantes las miradas poco gratas, no olvidan sus raíces, son aquellos hombres que pueden llorar porque les duele sin apena alguna, porque también son capaces de reír sin dejar de ser ellos, para estos hombres la memoria no existe y hablar frente a alguien de una mujer no tiene cabida alguna, son los que piensan que si no eres capaz de superar el silencio es mejor no hablar.

El Buen Gusto: categoría bacante o desierta, no hay un solo pretexto ni una sola historia que nos diga que paso con estos caballeros, a donde se fue el buen gusto? Acaso fuimos nosotras las que los alejamos? Bueno el caso es que esta materia es una de las más controversiales, todo el mundo opina acá y nadie da soluciones. El buen gusto es algo variable, no todos tenemos el mismo patrón que nos diga que es exactamente lo correcto, pero si hay reglas que se deberían seguir como indagar en los detalles y prestar atención a lo que nosotras hablamos, aunque sea un par de minutos al día, el buen gusto esta en aprender, no es lo mismo que él sepa que nos gusta el chocolate, como que llegue a una chocolatería y antes de escoger el dulce indicado ya lleve en su mente que debe de ser chocolate oscuro y amargo, no ducel ni blanco, por ejemplo esos son los pequeños pero grandes detalles a los que me refiero que hacen la diferencia de un caballero con buen gusto a uno que solo lo compra por un capricho absurdo. Este caballero el que se percata de cuando le decimos que nos gusta como huele, así que intenta seguir complaciéndonos, él nos escucha en la cama, en el trabajo, bajo la luna, dentro del auto, nos escucha, eso es todo lo que se necesita. El buen gusto no esta en la ropa que utilice, en el restaurante al que nos lleva, ni en el auto que tiene, esta en sus detalles, en su atención y en su querer.

La escuela para caballeros no debería ser una fantasía en donde nosotras una noche como hoy nos imaginemos que algún día vamos a encontrar un verdadero caballero.
Y se los explico de este modo: Si todas las mujeres pudiéramos expresarles a ellos lo mucho que los extrañamos en este lugar y que no queremos que se les olvide que realmente los necesitamos y que todas nos merecemos un caballero, al igual que ellos una dama.

martes, 18 de mayo de 2010

Mariposas Púrpura


Como no sonreírle a la libertad que me robaste fulano, yo solo llegue y ahí estabas, acompañando a mi alma en aquel concierto de sentimientos esperados, no hizo falta mirarte de algún modo en especial, mi esófago pudo prescindir del aire y dar cabida a ese centenar de mariposas púrpura que revoloteaban en las paredes.
Me negué a escribirte, destrozando el color de mis uñas con los afilados dientes, escuche tu nombre y no tenías la letra indicada al inicio como siempre lo predije, días después supe que ese era tu segundo nombre y el primero si tenia mi letra, la letra que predije y que no podía acabar en recuerdos.
Tenías que deshacerme de tu nombre, no eras planeado, aún no, no te esperaba y el viento traicionero te seguía susurrando, sin fotos y sin cartas, así llegaron, solo hubo música a gritos y con mucho volumen, donde la euforia se dejaba ver a simple vista, solo se escondía ante mí.
Hoy tengo ganas de escribirte, de hablarte, de saber que pensaste en mi aunque sea solo un momento.
Quiero gritarle al viento que no me ate, al menos que se a ti, a tu paso de peregrinaje bohemio y terco.
Te veo, me ves, no me hablas, porque no lo haces? Yo te espero, yo te escribí mis pensamientos ayer, en un pasado no tan agobiante como este presente que se dedica a ignorarme solo por placer.
Me niego a dejarte ir así tan fácil, como pretendes hacerlo, olvidando mis dedos, mi voz...

martes, 11 de mayo de 2010

Piel de Hada


Me dijo mientras rozaba mi brazo que mi piel era igual al de un hada, todo era púrpura a mi alrededor no había nada más que luces delirantes.
Quería tanto besarlo, tomarlo por sorpresa y abrazar fuertemente su pecho junto al mío, como si nada pudiera separarnos nunca, donde los nombres no existen, donde los pensamientos se escapan y no regresan, empezar de nuevo, no recordar nada y gritarle al tiempo que gane la partida hoy yo.
Sus manos temblaban imitando a mi corazón que se desbocaba por mi boca ya reseca de tanta angustia, solo podía recordar que no debía enamorarme, no podía demostrar debilidad ante sus ojos negros que me devoraban con cada palabra.
Ya nada funcionaba, bueno eso era lo que todos solían decir, él ya no me extrañaba en la cama, le bastaba con tenerme cerca, todo era púrpura para mí, seguía siendo del mismo tono fuerte y oscuro, donde aquellas voces irrumpían de vez en cuando en mi subconsciente. No era tan necesario escucharlas, ya lo sabía, solo que él no lo mencionaba, nunca lo haría, se que me amaba demasiado para hacerlo, para pensar en hacerlo.
Rumores, malditos rumores, todos hablan, opinan sobre nuestra vida y nadie ve lo que realmente pasa, mi piel era como la de un hada, lo seguía siendo antes sus piadosos ojos, hubiese dado mi alma por hacerlo reír un instante, pero no lo logré, no pude hacerlo ni por un segundo.
Pude ver sus mejillas mojadas, su barbilla goteando, aquellas lágrimas lo decían todo, sufría y yo no podía evitarlo, ni siquiera conseguía consolarlo, se sentía solo en la habitación rosa pálido que me abrigaba desde hace ya mas de una semana, cuando los hombres de gabachas blancas me recibieron en un profundo coma, mi enfermedad había avanzado drásticamente y probablemente no iba a despertar; ellos no notaron que podía escucharlos, el problema era que mi cuerpo no obedecía, nada obedecía, mi mente estaba asustada, todo era oscuro para ella. Hace unos minutos te dijeron que no resistí más, que mi muerte fue muy tranquila e indolora, pero ellos siguen sin saber nada, yo sigo acá contigo, abandone el cuerpo, ese aparato inútil que me prestaron por un tiempo, pero que se daño, ante tus ojos, ante tu mirada impotente de humano.
Ahora puedo verte, veo tus mejillas mojadas, las lágrimas han empapado el cuello de tu camisa y yo no puedo consolarte, estoy a tu lado, tu no me vez, lo intento, juro que te amo como el primer día en que te conocí, nada ha cambiado entre nosotros, aunque ya no estoy en tu cama, ni en tu mundo.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Sola


Estabas ahí tan quieto, tan lejos de mí alma, que naufragaba en aquella soledad de tu silencio.
No tomaste mi mano, me diste la espalda y caminaste a la puerta, como si quisieras huir de mí, con la sensación de impotencia en el bolsillo derecho y la libertad en el izquierdo, hundiste las manos en ambos.
No quería dejarte ir, no podía hacerlo, sin ti no soy capaz de respirar, de sentir, y tu tan solo querías alejarte, como si nunca hubiese existido aquel tiempo donde bajo la copa de los árboles le susurrabas al viento cuanto me amabas, pero ahora solo te alejas, sin rastros ni remordimientos.
Pero te veo, sigues ahí, no te mueves, es extraño recordarte de esta forma, mirando mis manos delgadas sujetando un no tan filoso cuchillo de cocina, gotea mi piel, mi vestido azul, tu favorito, bueno eso era lo que solías decirme antes.
Creo que las lágrimas no me dejan verte tan bien, pero se que esta ahí, sin moverte, tirado al lado de la puerta, no pude evitarlo, no me pude controlar, fue un impulso, no podía dejarte ir, sin ti no soy nada y contigo tampoco lo soy.
Me obligaste a hacerlo, no pude dejarte ir sin rastro, sin dolor, eso era lo justo, me arrancaste la vida en un segundo y yo la tuya por la espalda, de sorpresa, para que no me odiaras, yo solo te amo, lo hice por el bien de los dos, se que lo entiendes.
Pero mi vestido azul se mancho, con tu sangre, cuando intentaste sujetarte de mi. Aún esta húmedo todo, el aire tiene un particular olor a metal, como si me invitara a bailar con el, con tu rostro de pánico cuando sentiste aquella punzada tras tu espalda y luego una y otra vez en tu pecho, en ese maldito pecho que amo como ninguno, que necesito cada noche para conciliar el sueño y que me arrebataste cuando decidiste dejarme sola, por eso lo hice, se que lo entiendes.
Lo único que no tolero es esta soledad, me dejaste de todos modos, te fuiste con todo y tu espíritu, mientras yo sigo acá, encerrada tras estas blancas paredes acolchadas que me regalaste unas horas después de tu partida, ellos me encontraron, a tu lado como siempre, te abrazaba junto al suelo, no te quería dejar, pero ellos me obligaron y me arrastraron y ahora estoy aquí, tan sola…