lunes, 22 de febrero de 2010

Primero yo, segundo yo y tercero yo


Hace un par de semanas escuche de un persona muy querida, una frase que era parte de su vida cotidiana y una técnica clave para este: “Primero yo, segundo yo y tercero yo”.

Debido sea el caso de que él no sabía cuándo odiaba yo dicha frase, omite cualquier comentario al respecto y me dedique a escuchar. Aunque para serles sincera me hubiese encantado alguna vez entender con toda amplitud el verdadero significado de esta egocéntrica frase, de la cual espero que no mucha gente aplique en sus vidas.

Pero bueno, para no empezar confundiendo a primeras, voy a dejar bien claro algo, y es que estoy totalmente de acuerdo con el hecho de amarse a sí mismo y a quererse primordialmente, siempre he sido partidaria de esto, pero realmente debo confesarles que me molesta muchísimo el hecho del uso de esta frase tan egoísta, y muchos lo sabrían si se tomaran el tiempo de analizarla realmente, ya que si lo notan no implica a nadie, no hay campo ni existe otra persona más que uno mismo, los demás no importan, solo existes tú.

A ver, que alguien me diga en donde quedo aquel comentario de que no es bueno tener solo un hijo porque este debe aprender a tener compañía y a compartir, algo indispensable para la convivencia humana. Yo creo que la idea de no estar solos viene del simple hecho de que compartir es bueno, porque la persona que está a nuestro lado son importantes también y se merece respeto tanto como tú. ¿Así que porque seguimos dando ese consejo extremista? Porque yo sí creo que los demás son importantes y los que están a nuestro alrededor también, ya que la vida sería muy aburrida si solo yo importara acá.

A mí en general me entretiene mucho y complace poder pensar en alguien más que no se yo, en crear ideas e inventarme algún detalle para esa persona, ¿Y porque no aprender a preocuparme por otro? No es tan divertido ser siempre uno, tener compañía nos hace ser mejores personas, nos enseña a crecer y a amarnos más de lo que estamos haciéndolo ahora.

¿Así que para que estar primero yo, segundo yo y tercero yo, si tenemos tanto espacio para alguien más o bien para muchos más?

jueves, 4 de febrero de 2010

Como toda una dama


Como toda una dama, esa fue la primera frase que le escribí a mi amiga cuando desperté a la mañana siguiente.
Pero quisiera pode explicar a que me refería al escribirle dicha frase, ¿Que connotación tiene esto en cada una de nosotros?, ¿O es que acaso no somos todas unas damas siempre?. Es extraño tener que llegar hasta este punto para poder desarrollar toda una teoría de comportamiento impuesto para nosotras.

Tal vez el simple hecho de que ella sospechara algo de mi comportamiento de la noche anterior, me hizo imaginar y analizar que a lo mejor había algo malo en mí, y es acá donde cometo mi primer error, ¿A caso hice algo indebido esa noche?, bueno yo creo que no y realmente no lo creo, lo sé. No hice nada malo, al menos que comer una pizza a medias con un alguno de tus compañeros de trabajo en medio de una salida nocturna donde habían mas de 15 personas con las cuales convives siempre signifique algo malo y que yo no lo halla notado por despistada, pero bueno creo que este no es el punto.

Quisiera poder explicar porque utilice esa frase para poder describir mi comportamiento, creo que en ocasiones nosotras como mujeres “actuales y modernas” que somos nos estereotipamos así mismas de una manera cruel, en donde nos remuerde la conciencia tan solo por haber creído ver a un chico muy atractivo o por coquetear con una simple sonrisa con alguien al que definitivamente no le vamos a regalar mas que eso. ¿Quiero saber cual es el problema de sentirnos sexys y bellas en una noche?, ¿Y porque no todos los días?, ¿A caso es pecado mirarse al espejo y decirnos que somos increíblemente hermosas y que nos amamos como nadie mas nos podría amar?, bueno chicas déjenme decirles que no, debemos aprender a sentir esto todos los días del mundo y no importa si tenemos a alguien a nuestro lado o no, eso no significa que vayamos a tomar un boleto para el tren de la infidelidad, todo lo contrario, estamos haciéndoles ver a ellos que a su lado tienen una gran mujer que se ama tanto o más de lo que ellos lo hacen y eso esta bien.

Por un momento, mientras escribía el mensaje de que me había comportado como toda una dama, me estaba librando de culpas antes mi amiga, intentando explicarle que no había cometido ninguna locura y mucho menos alguna infidelidad, ¿Pero porque debí excusarme con mi amiga si no hice nada?. ¿Para que tantas explicaciones?, haber chicas pensemos porque siempre tendemos a hacer este tipo de cosas, seguimos juzgandonos y dudando de nosotras una y otra vez, como si fuéramos tan débiles e indefensas para no poder controlar lo que pasa a nuestro entorno, y no estoy hablando del sexo débil como muchos nos consideran, a lo que me refiero es a la debilidad mental que muchas creen que tienen pero que realmente no es cierto, si cada una de nosotras supiera la capacidad que tiene y la fuerza de voluntad que poseemos, no tendríamos que dar más explicaciones de nuestros actos o no actos, como es el caso de lo que sucedió o no sucedió el día anterior.

Recordemos y esto todas lo sabemos muy bien, cuando se busca calor en otras manos, es porque el de al lado no esta funcionando correctamente, ¿Así que cual es la duda?, porque yo creo que nadie se enamora en un solo día y mucho menos solo, todo esta en nuestras manos y en lo que decidamos dejarnos sentir y hasta que punto lo dejemos pasar.

Por un solo momento quisiera conocer a una chica que no le gusten los detalles, es más casi confesaría que no existe, no importa la clase de mujer que sea esta, a todas nos encanta saber que hay alguien pensando en nosotras y formulado una estrategia de que tipo de detalle nos gustaría recibir. Les voy a dar un claro ejemplo de lo que me sucedió una vez: yo era de esas chicas que se dejaban decir públicamente que no le gustaban las flores y que eso de que alguien nos llegará en algún momento con un ramo de rosas me parecía patético, pero eso cambio un día de tantos cuando para cumpleaños número 23 que por cierto cayo un Lunes, ¿Muy lindo día no?, la recepcionista de mi agencia llego a mi escritorio con un ramo de rosas negras y un pequeño papel con una frase de un poema de uno de mis escritores favoritos. O por Dios!!! Eso fue todo lo que pude pensar, nadie nunca se había tomado el detalle de investigar a fondo lo que realmente me gustaba y mezclarlo con flores, pero estas no eran cualquier tipo de flores, eran rosas, sí exacto rosas pintadas de color negro cuidadosamente en cada uno de sus pétalos que venían atadas sencillamente a un cordón que abrazaba un papel corrugado de cartón y justo encima traía consigo una frase escrita a mano sobre un pequeño trozo de papel que describí una fracción de un poema de Mario Benedetti, ¿Como descubrieron que me gustaba Benedetti? No lo sé, pero lo descubrieron, y eso era un gran detalle para mí y aún más cuando me dieron la lección de que realmente si me gustaban las flores pero personalizadas, tal y como me gustaba verlas, así no existiesen en la vida real.

Realmente esto fue una gran lección para mi ego de niña “feminista y fuerte”, y es acá donde pensé por primera vez que fue maravillo haber recibido un obsequio de este tipo en mi cumpleaños, donde todo lo que una vez estuve muy segura de decir y pensar se desmorono en un par de segundos y cual feliz estaba de camino a mi apartamento recorriendo la avenida central con un ramo de rosas negras en mis manos, donde no importo si las personas me miraban extraño y muchas a lo mejor pensaron que era una grosería enviar algo así, nada importo realmente, yo estaba complacida y orgullosa, fue lo mejor, solo yo lo entendía, era solo para mí. Me sentí única en medio de toda esa gran selva de concreto.

Así que mi propuesta es que dejemos de temerle a lo que pensamos, no importa cuantas veces cambiemos de opinión y menos lo que nos diga la gente o lo que nosotras creemos que dicen a espaldas nuestras, ¿A quien le importa?, pues a mi ya no, creo que a veces nos complicamos demasiado y permitimos que se nos pasen esos pequeños detalles que nos hacen sonreír a diario. Dejemos de excusarnos, porque algunos no están de acuerdo con que somos todas unas damas, acá nada importa, lo único realmente relevante es que no somos una más del montón que hay, somos nosotras, eres tú, es ella, soy yo, somos todas y cada una es única y se merece atención e importancia única, no olviden nunca eso, aprendamos a ver realmente lo que somos sin escuchar a los otros, que no nos roben lo que somos: todas unas damas.