lunes, 14 de junio de 2010

Pecas


Hace tanto que no te escribo, que casi olvido que solía hacerlo con frecuencia en tu piel pecosa.
Creo que temía por ambos, por dejarte solo, porque me dejaras sola, en medio de esta selva de cemento frío con sus ríos de asfalto negros corrompidos. Hay tanto ruido allá fuera que no logro escucharte, aunque para serte sin cera ya no lo intento, ya no soy esa mujer, que te amaba, que aparentaba ser feliz a tu lado.
Camino, sola, pero camino, ya no importa, igual la lágrimas se secaron al fin y puedo ver a donde voy, en contra de los astros, en contra de la tierra, esa tierra húmeda que me refresca los pies, voy caminando, sin rastros de ti, de tu voz, de tu maldita cobardía.
Ya no me arrastras, ya no me llevas, ahora voy sola, me gusta, no duele, ya no. Hoy nació una mujer , aquella que temías conocer, a la que retuviste en tu regazo por un largo tiempo, hoy nació, te ve, solo eso, no le importa mirarte, ya no pierde el tiempo en hacerlo.
No importa cuanto lo intentes, hoy te vuelvo a escribir en la piel, me despido, lo sabes, lo se, tus pecas ya no me torturan, son solo manchas, no me importan, solo te escribo para recordarte que no volveré, me fui.

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